En 1987 iniciaron su primera gira pero al finalizar esta el guitarrista Jairo Guedz perdió el interés por el death metal y decidió abandonar la banda siendo reemplazado Andrea Kisser, siendo su llegada una gran evolución del estilo de la banda, creando su primera grabación profesional «Schizophrenia». La banda despegó notablemente realizando conciertos con una audiencia de hasta 2 000 personas y vendiendo más de 10 000 copias de su disco. Esto hizo que los miembros se pusieran en contacto con emisoras de radio de los Estados Unidos para difundir sus creaciones. Muchas de ellas se mostraron reacias ya que no querían transmitir una música tan violenta. Esto no detuvo a Max que decidió viajar a los Estados Unidos, en 1988, con la idea de conocer productores con los cuales había entablado una pequeña relación a lo largo de sus conciertos, llamando la atención de la discográfica Roadrunner Records quien les ofreció un contrato a largo plazo y la distribución de su disco, llegando a salir a la venta en Norteamérica y Europa donde recibieron una oleada de muy buenas críticas.